Por: Fj JaramilloF. CNP Colombia.
Detrás de cada logro hay una historia que merece ser contada. Y la de Adrián Camilo Carrero Chinchilla es una de esas que tocan el corazón y encienden el orgullo. Nacido y criado en el corregimiento de Honduras, en el municipio de Convención, Norte de Santander, Adrián es más que un futbolista, es el reflejo de la lucha diaria de una región que, pese a las adversidades, no deja de creer en sus hijos.
Hace parte de la Fundación Deportiva Catatumbo Huellas de Paz (FUNDERCAT), un espacio que ha sido semillero de sueños y resistencia. Este 2025, Adrián llevó su talento hasta Barcelona, España, y no solo jugó, sino que deslumbró. Tanto así, que fue reconocido como el mejor jugador de la temporada en la prestigiosa Copa Majestic 2025.
Su historia no ha sido fácil. En el camino hubo promesas de apoyo que no se cumplieron, momentos de incertidumbre, silencios donde esperaban palabras de aliento, pero nunca se rindió. Con la misma fuerza con la que los relámpagos cortan el cielo en nuestra tierra, Adrián brilló en cada partido, dejando claro que el talento del Catatumbo no tiene fronteras.
Hoy celebramos mucho más que un premio. Celebramos el ejemplo, la perseverancia y la humildad de un joven que nunca dejó de creer en sí mismo. Porque cuando un hijo del Catatumbo triunfa, triunfamos todos.
Gracias, Adrián, por recordarnos que los sueños sí se cumplen. Que vengan muchos más goles, victorias y reconocimientos. Te aplaudimos de pie.